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Lloviendo hacia arriba

¿Por qué tienes que recordar ese momento a colores y no en blanco y negro, como los videos de los mítines nazis con los que crees que te llenas de cultura?¿Por qué el Tata no está vivo para darte una palmadita en tu «nacionalista» espalda, por tus «buenas prácticas» de limpieza social?. ¿Por qué no te vio el cura blanco, de negro con cuello rojo para bendecirte, por ser un ángel guerrero que al grito de Santiago revienta entre puñetes, botellas, quiebrahuezos y demases a todo lo gay,  comunista, no católico, indígena, femenino, o extranjero que se mueva? Es más, ¿Por que chuchas Allende no está vivo para masacrarlo como lo hiciste con Daniel Zamudio?

¿Por qué no están tus hijos abrazándote ahora, con  con orgullo después de verte en la sección de policiales? ¿Por qué te puedes apellidar Tapia, Angulo, Mora… todos apellidos provenientes de una España que se misturó con moros e infieles durante una orgía de 1000 años, tanto como lo que soñaba Hitler para su tercer Reich? ¿Por qué te sientes ahora como te sientes?

Pues a lo mejor, no eras importante para  nadie, por sentirte un marginal en vida, aún cuando pudieses vivir en un barrio alto; porque quizás tu fanática necesidad de orden social es una proyección de tu mediocridad de alma, de tu miseria intelectual, de tu escasez de amor y de tu inferior visión de la vida; Porque esa «Elite» de blancos que crees que iba a ir a tu socorro no le importas; porque en Chile, hay chilenos, para nada alguna aglomeración de arios perdidos en el tiempo. Porque eres tan aweonao que crees que el mundo sería mejor si todos usan el mismo uniforme y marchan ordenaditos…

O porque quizás el pseudo intelectual que te supervisa está furioso, bruto entusiasta, porque has dejado a una sociedad sensibilizada por el atropello a las diferencias, a un gobierno que se rigidizará con personas como tú y más tolerante con las diferencias. Porque no hay honor en matar, menos acompañado de tus camaradas, porque para los chilenos Daniel Zamudio fue mucho más valiente que tú por soportar todas esas atrocidades y porque su alma lucho hasta esta tarde, después de 24 días, porque un chileno nunca se rinde. Porque en estos tiempos el cielo anda con sequía de gente  y espera a que llueva hacia arriba trayendo a personas como Daniel. Dios, tu pseudo jefe y la sociedad te hicieron actuar y sentir como lo que eres, un instrumento sin voluntad.

Si algo planeabas en la vida, se fue junto con otra vida que nunca debiste haber siquiera tocado, eres menos de lo poco que eras al iniciar tu «carrera» neonazi. Eres lo de siempre, un  «diferente» en una sociedad de diferencias, que recién empezará a darse cuenta de su verdadera condición.

 

 

Un comentario en “Lloviendo hacia arriba

  1. Por más increíble que parezca, aún hace falta trabajar desde lo básico, desde ceros con muchas personas y sociedades. Partimos de la base de que, aunque algunos no entiendan la realidad del otro, le respetan la vida. He aquí una muestra de la titánica tarea que tenemos para mejorar las sociedades en las que vivimos.

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