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¿Organizaciones como Familias? Por favor no.

«Somos una gran familia». Esa es una de las frases más recurrentes en la gestión de las organizaciones latinoamericanas. Personalmente, más que una aspiración, es una terrible realidad y peor aún cuando quiere reforzarse. La organización como familia representa el problema No. 1 en Gestión del Capital Humano y del Desarrollo Organizacional. Hay muchos problemas de la dinámica familiar que se replican actualmente en las organizaciones y que atentan directamente contra el crecimiento y la adaptabilidad de una organización.

En las familias muchas veces hay mayor preferencia por un miembro respecto al otro, al punto de ser más «benevolentes» con uno y no con el otro frente a una misma situación. En muchas organizaciones también pasa lo mismo, cuando se decide premiar o sancionar considerando primeramente la afinidad y no los méritos concretos o resultados productivos.

En muchas familias, obedeciendo más al impulso que a la reflexión, un padre hace odecide literalmente lo que quiere y a los otros miembros de la familia no les queda otra más que tolerar esos comportamientos. Incluso, por encima de comportarse de acuerdo a lo correcto, en algunas familias es preferible comportarse de la manera en que le gusta al padre. En muchas organizaciones también pasa lo mismo, por medio del abuso de la autoridad por sobre lo normado y mediante acciones para satisfacer al jefe y no a la organización, deteriorando los procesos decisionales y la identificación con la organización y sus objetivos.

En muchas familias, la manipulación emocional y la mentira son acciones toleradaspara ganarse el favor del padre o de la madre en una situación de conflicto. En muchas organizaciones también pasa lo mismo, por medio de los rumores de pasillo, el desprestigio y el chantaje para tener la fuerza de la autoridad a su favor, distorsionando la calidad de las decisiones y la manera en que se resuelven los conflictos en la organización.

En muchas familias, la agresión física o psicológica entre miembros no es sancionada o, cuando lo es,  no necesariamente es con proporcionalidad. En muchas organizaciones también ocurre lo mismo, cuando se deja pasar por alto el maltrato entre compañeros o la falta a las obligaciones, deteriorando fuertemente el  compromiso de los trabajadores con la organización. Más indignante es cuando la sanción para el agraviante es desproporcionadamente mínima al perjuicio del trabajador agraviado y su esfuerzo por esfuerzo por hacer frente la denuncia.

Asociado con lo anterior en muchas familias los más débiles o vulnerables experimentan abuso y guardan silencio. En muchas organizaciones también se empiezan a «pasar por alto» los abusos por temor a perder el trabajo o empeorar sus condiciones. Así los trabajadores de una gran familia, terminan subsidiando la mediocridad de una gestión organizacional.

Finalmente, hay familias en donde la cosa es tan terrible, que algunos pasan más tiempo con la familia del vecino o en otro grupo porque buscan sentirse «en familia». Quizás muchos de ellos también buscan eso con tu organización.

La organización no puede ni debe ser una familia. En las organizaciones la afinidad debe ser neutralizada con el respeto, las decisiones de la autoridad deben ser equilibradas con procedimientos objetivos de información y análisis, los derechos tienen que ser balanceados con los deberes, la negligencia y el abuso con procesos de resolución de conflictos que sean justos y refuercen el sentido de pertenencia de un trabajador con su organización.

Si quieres seguir perdiendo dinero, o dejar de cumplir tus metas estratégicas, sigue tratando y protegiendo a los trabajadores como una familia. Si quieres crecer, entoncestrata a las personas de tu organización como una comunidad en constante proceso de fortalecimiento.

La decisión es tuya: tu trabajo en tu oficina, tu familia en tu casa.

Incentivos vs. Valores ¿Cuál es más valioso para la organización?

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Si pudiésemos resumir la gestión en tres palabras indispensables, éstas serían «Zanahoria o garrote». En nuestra época, cuando hacemos algo bien se nos premia y cuando sale mal, de alguna forma se nos castiga. Esto lo aprendemos desde la cuna, pasando por el colegio y la universidad y perfilándose como la base de cualquier contrato de trabajo en casi cualquier rincón del planeta.

¿Cuál es el efecto de los incentivos? Personalmente creo que la economía es la ciencia de la coordinación y justamente los incentivos mejoran la coordinación tanto entre las personas como entre unidades productivas.

No obstante, reducir el entendimiento y las decisiones empresariales a incentivos y produce una lectura equivocada de la realidad de la organización y, más bien, condiciona la construcción de una organización vulnerable, de aquel tipo en que son productivas pero no sostenibles.En este tipo de organizaciones, las personas comprenden la relación con la empresa como una «transacción», la cual se termina si es que una de las partes incumple. Así no son pocas las organizaciones que cuando tienen problemas y se acaban los incentivos son inmediatamente abandonadas por sus talentos y son muchas aquellas que cuando se debilita un mecanismo de castigo, vuelve a imperar la desobediencia o la corrupción de funciones.

No obstante, para las personas no todo es premio y castigo. Se dice que entre el 30% – 50% de lo que produce una persona se atribuye a aspectos que van más allá de las funciones por las que se le paga y que no son regulables mediante premio o castigo. Tanto esta «capacidad extra» que tienen los colaboradores en ciertas organizaciones y que es muy valiosa en época de vacas flacas, como el desarrollo de un proyecto de pronóstico reservado, o como un excelente resultado de trabajo en equipo sin mucho parámetro técnico previo de por medio, son desarrollados por una convicción que va más allá de la mera transacción…Y detrás de esa convicción se encuentran los valores.

Sin ser tan concreto como un reglamento ni tan gaseoso como la «cultura», los valores comparten con los incentivos la capacidad de coordinar el comportamiento entre todas las personas de una organización. Los valores permiten identificar patrones aceptados de comportamiento: Qué es bueno hacer, qué no es bueno hacer y qué aspectos no son negociables. Estar en línea con los valores o no estarlo va más allá de un premio o sanción, brinda un carácter más social, existencial, de pertenencia y de trascendencia que toda persona necesita en alguna medida.

Ambos enfoques son necesarios. Un gerente debe gestionar tanto los incentivos como la conexión que hacen sus colaboradores con la organización a través de los valores. Si tiene un impacto en la coordinación es porque tiene un impacto en la en la productividad.

Bueno, si quiere seguir perdiendo dinero u operando a altos niveles de riesgo o, más aún, preparando su empresa para el olvido, entonces siga creyendo que los valores son temas espirituales.

¿PREFIERES TRABAJAR CON PROBABILIDADES O CON ALTERNATIVAS? NUEVAS IDEAS SOBRE PRÁCTICAS EN GESTIÓN DE LA IMPLEMENTACIÓN

El problema de los Proyectos

¿Cuántas veces has visto un plan de implementación organizacional o de programa que se cumpla en un 100%? Obviamente sin considerar los proyectos que sólo se cumplen a nivel de informes «salvavidas». ¿Cuántas veces se reúnen los equipos de trabajo para modificar el proyecto, para reducir o aumentar el alcance? Estoy seguro que los puedes contar con los dedos de una mano. Si estás participando en un proyecto, en su fase de diseño de la implementación, esto te va a ser de mucho interés.

Los proyectos que involucran coordinación de personas dentro de las organizaciones, tienen bajas probabilidades de implementación y muchas veces, cuando se logra la completa implementación, existe poca capacidad para administrar el crecimiento de la nueva realidad. La mayor parte de los casos exitosos se concentran en obras de ingeniería o acciones militares, las cuales son altamente jerárquicas y donde el pensamiento se concentra básicamente en una cabeza.

En caso de que no existan estructuras jerárquicas claras y se trabaje desde una base de co-dependencia de recursos o de poder político, los programas de implementación se enfrentan a dinámicas diferentes que poco tienen que ver con la ingeniería o la organización militar y que dependen más de las relaciones de confianza y conveniencia mutua.

Entre las personas se establecen relaciones de confianza y de conveniencia mutua, no obediencia y reglas. Por ello, cuando se quiere intervenir en un territorio con un programa o cuando se requiere implementar un sistema informático dentro de una organización, el convencimiento de que el proyecto es importante y que existe una confianza mínima para las actividades son aspectos de base que deben ser considerados.

Quizás estés pensando que vas a leer un artículo de psicología o de habilidades blandas. Para tu sorpresa, esto tiene más de lógico y matemático de lo que imaginamos y lo que leerás a continuación revelará por qué hacer planes lineales dentro de una organización es, muchas veces,  tan miope como creer que el cianuro endulza una taza de té.

Gestión de la Confianza

La confianza, además de ser el valor más transversal en todas las culturas de este planeta[1], se puede formular como el resultado de un juego de coordinación[2]. Básicamente, cuando ambas partes conocen lo que la otra va a realizar, aumenta mutuamente la certeza, respecto a que se va a producir el resultado esperado. Esto genera una regla que permite alcanzar eficiencia y no perder el tiempo analizando riesgo cada vez que se realiza ese tipo de transacción entre las mismas partes.

Por otra parte, la conveniencia se encuentra en la medida en que ambas partes satisfacen sus necesidades y las variaciones de las mismas a lo largo del tiempo. Mientras que el beneficio sea mayor que el costo es entonces que tenemos una situación de conveniencia. Como puede leer, ambos atributos se pueden modelar de una manera lógica.

En un modelo en que no existe coordinación, una parte A controla recursos y controla a una parte B que depende de esos recursos y no tiene otra alternativa que hacer lo que le indique A. Imaginemos la construcción de las pirámides de Egipto, el Coliseo romano o las obras modernas de ingeniería, el desembarco de Normandía, etc. Estas actividades pueden (y deben) ser desarrolladas de manera lineal porque el orden de los factores sí afecta el producto final. Las obras de ingeniería, las operaciones quirúrgicas y  las operaciones militares se basan en un estricto seguimiento a la autoridad y en el dominio de un protocolo.

Pero ¿qué pasa cuando queremos reducir la desnutrición en un país? ¿Implementar una política nacional de innovación? ¿Hacer funcionar una estrategia de seguridad ciudadana? ¿Desarrollar un rediseño de procesos en una organización pública? En esos casos empezamos a ver inicios pomposos, retrasos en las primeras reuniones, pocas personas en las siguientes sesiones, informes que indican avances, realidades poco cambiadas respecto a lo que se tenía originalmente como base. Miles de millones de dólares se van en presupuestos tanto en el sector público como en el sector privado por insistir en un planeamiento lineal de implementación.

Como vimos en el caso anterior, cuando los proyectos a implementar son marcadamente interdependientes, es necesario desarrollar coordinación. La confianza es la base económica para establecer la coordinación pero al mismo tiempo, la confianza es el proceso social más básico que tienen dos personas o más. En el mundo en que vivimos, la confianza es un recurso escaso y gestionarla se ha convertido en uno de los principales desafíos a nivel de política y organizaciones.

No quiero ahondar la manera en la que se obtiene y gestiona la confianza, pues lo que quiero indicar es que la confianza tiene una probabilidad de ocurrencia y eso sí tiene que ver con el caso de los proyectos lineales.

Los proyectos lineales son los que se pueden ver en diagrama Gantt. Se llaman lineales porque la probabilidad de que ocurra una actividad de un proyecto generalmente depende exclusivamente de la ocurrencia de la actividad anterior[3]. De esta forma, la probabilidad de que todo el proyecto sea exitoso depende de la probabilidad individual de éxito de cada actividad.

Por ejemplo, veamos un proyecto con 7 actividades. Supongamos que es un programa para la erradicación de la desnutrición con las siguientes actividades:

  1. El Ministerio de Salud identifica las zonas de intervención.
  2. El Ministerio de Salud coordina con los Gobiernos Regionales y las Direcciones regionales de Salud las actividades de intervención.
  3. El Gobierno Regional coordina con los municipios y localidades la entrega de vacunas y medicamentos.
  4. El Gobierno Regional recepciona y entrega en los municipios y localidades las vacunas y medicamentos.
  5. Los municipios y comunidades aplican a través de sus servicios de salud las vacunas y medicamentos
  6. La Contraloría verifica el adecuado uso de los recursos vacunas y medicamentos
  7. El Ministerio de Salud realiza las mediciones y toma las decisiones para el siguiente periodo.

Como pueden ver tenemos cinco  tipos de entidades que tienen que coordinarse: el Ministerio de Salud, el Gobierno Regional, las Direcciones Regionales de Salud, los municipios y la Contraloría General de la República.

Se requiere que todos los actores alcancen ciertas condiciones de coordinación eficiente que son difíciles de alcanzar en el sector público, pues como muchos sabemos, el sector público es altamente insularizado y la normativa de la administración pública, si bien tiene aciertos importantes, está hecha de tal forma que inhibe el desarrollo de vínculos de confianza entre entidades.

Para el caso de la actividad 1, efectivamente el Ministerio de Salud puede identificar las necesidades sin mucho problema, en la medida en que cuenta con sus datos propios para realizar la actividad. A esto podemos asignarle razonablemente una probabilidad de 99%.

Para el caso de la actividad 2, la coordinación depende de varios factores: en primer lugar la agenda política de cada región, que no es la misma; en segundo lugar la calidad de la relación que tiene el gobierno regional con el Ministerio de Salud. Sólo con esos dos elementos podemos indicar que la probabilidad en que coordinen actividades de manera exitosa es menor al 60%.

Lo mismo para el caso de la actividad 3 se puede dar los mismos supuestos, por lo que asignamos la misma probabilidad.

Para el caso de la actividad 4, dependerá no sólo del tipo de coordinación analizado en las actividades anteriores, sino que debemos agregar la calidad de su cadena logística, la cual es particular en cada caso por la geografía, composición organizacional, recursos humanos y tecnológicos. A esta probabilidad le asignamos un 40%.

En el caso de la actividad 5 se asigna menor probabilidad en la medida en que la capacidad de ejecución en algunos municipios y localidades puede ser menor que el caso de los gobiernos regionales. Le asignamos entonces un 30%.

La actividad 6 se puede desarrollar con certeza, en la medida en que la Contraloría se rige como ente fiscalizador por lo que la operatividad es jerárquica. Ello tiene una probabilidad de 99%.

Finalmente la actividad 7 dependerá de la disposición de tiempo y presupuesto por lo que se asigna una probabilidad de 85%.

La probabilidad P de un proyecto exitoso está en función la probabilidad de cada una de las 7 actividades. En consecuencia, para el caso de nuestro ejemplo tendríamos:

P= .99 x .60 x .60 x .40 x .30 x .99 x .85 = 0.041.

Dicho de otro modo, la probabilidad de éxito del proyecto es de 4.1%

Si le asignáramos mayor control en la coordinación de los proyectos y se aumentaran los deficitarios a .80, tendríamos:

P= .99 x .80 x .80 x .80 x .80 x .99 x .85 = 0.381

Esto significa una probabilidad de éxito del proyecto de 38.1% menos conveniente que echar una moneda al aire.

Si aumentamos la probabilidad a 95% tendremos

P= .99 x .95 x .95 x .95 x .95 x .99 x .95 = 0.758.

Esto quiere decir que aún con estos niveles en una de cada cuatro oportunidades se esperaría que el proyecto no sea exitoso.

En conclusión podemos identificar que si la coordinación es una actividad que tiene probabilidades modestas, el planeamiento y gestión lineal de los proyectos se presentan como una alternativa poco eficiente.

La politización de la implementación y sus efectos negativos.

Generalmente la primera alternativa que surge cuando el proyecto ya se encuentra con dos actividades logradas por debajo de lo esperado, es la centralización extrema de las decisiones y, como complemento, la subordinación operativa de todos los actores involucrados. Emerge la mano dura, el que ordena las cosas, el que es “eficiente en la gestión”. A esto lo denomino politización de la implementación y es muy común encontrar esto en los proyectos.

Esta alternativa tiene algunos problemas. La primera es que el costo económico y político es demasiado alto, en la medida en que se ejerce mucho poder y al mismo tiempo se genera mucha resistencia por parte de los actores, teniendo como consecuencia general una menor disposición de recursos para otras actividades durante el siguiente periodo.

Otro problema relacionado con la politización de la implementación tiene que ver con el sabotaje por obediencia o el simple alejamiento de los actores involucrados que reconocen que ingresan a una dinámica de poder. En este caso se generan confrontaciones o casos omisos a situaciones que requieren la coordinación, haciendo que la volatilidad del proyecto aumente aún más.

Por lo tanto, el cambio de modelo de gestión de los proyectos lineales termina necesariamente en la modificación del proyecto mismo y de sus alcances respecto a lo originalmente planificado. Es el absurdo de renunciar a la meta por mantener la linealidad de la implementación.

El manejo de alternativas.

Otra alternativa es simplemente trabajar con un enfoque diferente que no incorpore linealidad en la implementación sino combinación y adaptabilidad. Para ilustrar esto, supongamos que tenemos, para el caso del Ministerio de Salud, los siguientes recursos:

  1. Equipo de investigación
  2. Vacunas y Medicinas
  3. Equipo Negociador
  4. Equipo Logístico
  5. Equipo con especialistas en nutrición

Tenemos cinco recursos que pueden ser combinados de manera no lineal para resolver el problema de la desnutrición. Como pueden ver aquí, el foco es resolver la desnutrición, no implementar el proyecto lineal.

Por ejemplo, en el caso de una región poco organizada, puede apoyar más el equipo logístico, llevar al equipo especialista para identificar aprendizajes y posteriormente el equipo de negociación para establecer acuerdos. En una región que no tenga afinidad con el gobierno de turno, puede enviarse primero el equipo de negociación y si no hay acuerdo se derivan los recursos a otra región que la necesite. En otro caso puede darse una región que tenga variabilidad anual en el uso de las vacunas y medicinas, por lo que se puede empezar a trabajar con el equipo de vacunas y medicinas y posteriormente con el equipo de logística.

Se pueden combinar los recursos de acuerdo al estado de cada actor involucrado, de tal manera que aumente la conveniencia, la confianza y, finalmente, la coordinación.

Así, el mismo programa con los mismos recursos pero con un enfoque centrado en alternativas cuenta para cada región con 120 alternativas de acción diferentes, lo cual da mayor esperanza de vida a la implementación del proyecto. ¿Por qué 120 alternativas? Porque el universo de soluciones es diferente según cantidad de acciones y en su orden, siendo en consecuencia la multiplicación de todas las posibilidades 5!:

Como se puede ver, la adaptabilidad de trabajar con alternativas se acerca más a la compleja realidad de la implementación en el Sector Público, debido a que tiene versatilidad tanto respecto a la dinámica técnica como política y entrega resultados concretos, no informes de papel.

Conclusión:

  1. Es poco lo se puede controlar pero mucho lo que se puede gestionar.

Uno de los grandes cambios entre la gestión del siglo XX y la del siglo XXI es que debemos renunciar a la ilusión del control. Esto significa que debemos poner en cuestión todos los proyectos  y estrategias que consideren que algo se puede controlar, a menos que se trate de una coordinación centralizada y jerárquica. Aferrarse a la idea que las actividades son controlables en un 100% implica aventurarse a proyectos y programas que no van a alcanzar sus objetivos. Este paradigma es quizás el más costoso que hayamos tenido que vivir en la historia del Management en general y especialmente en el caso de los programas y entidades ejecutoras de políticas públicas.

Lo que si podemos hacer es gestionar las diferentes contingencias para avanzar a la situación o meta deseada. Para ello es importante tener un adecuado conocimiento de nuestras capacidades y nuestras limitaciones, de tal forma que se puedan tomar las acciones específicas en el momento adecuado y respondiendo al contexto de manera sistémica.

  1. Gestión no consiste en inventar sino en combinar.

Otro aspecto importante consiste en que la gestión no es una actividad de iluminación gerencial. El Gerente no es el cerebro más grande de la división. Aun cuando existan personas con la capacidad sobrenatural de calcular diferentes escenarios, no podrá responder acertadamente a todos los desafíos que formula el entorno. Si a lo anterior se suma que la organización no obedece sino que se le convence a realizar las actividades es poco lo que pueda maniobrar una empresa donde el cerebro se ubica en una sola cabeza.

La labor del Gerente es más bien combinar. Por lo general las nuevas soluciones suelen ser combinaciones de soluciones anteriores, donde el elemento crítico es la habilidad de identificar esos elementos para articularlos y direccionarlos hacia los intereses de la organización. Por tanto, el Gerente debe ser una barrera para la coordinación, debe ser un promotor y articulador de iniciativas, un cupido de talentos y un visionario del potencial al que puede llegar la organización.

  1. Es mejor aparecer con sorpresas que desaparecer en promesas.

El planeamiento formal y que se expresa en proyectos lineales es un juego de expectativas, un ordenamiento cuasi científico de promesas individuales, las cuales involucran siempre a personas que darán un esfuerzo enorme por cumplirlas. El problema es la baja probabilidad que lleva a un sobrecosto de actividades que reduce la oportunidad de desarrollar otras actividades de valor y por tanto reduce el alcance organizacional para aumentar su influencia sobre sus temas de interés.

Es mejor que la Autoridad brinde los espacios y discrecionalidad a las áreas ejecutoras para tomar decisiones en cuanto a la manera de abordar las actividades en cada contexto (por ejemplo en cada región), y no tardará mucho tiempo para que empiece a recibir gratas sorpresas respecto al desarrollo de temas. Lo anterior no implica bajo ninguna circunstancia renunciar a las acciones de monitoreo, que permiten identificar desviaciones respecto a las prácticas aceptadas en la organización, lo importante es sacar de encima los controles que aseguran, más que nada una eficiente ineficacia organizacional.

[1] Dolan, García y Richley: Managing by Values: A Corporate Guide to Living, Being Alive, and Making a Living in the 21st Century. Palgrave Macmillan. 2006

[2] Meró, Laszlo. Moral Calculations: Game Theory, Logic, and Human Frailty. Springer Science & Business Media. 1998

Perú 2014 – 2015: Escenarios probables e implicancias a nivel de Políticas y Gestión Pública.

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Imagen de Pawel Kuczynski

Publicado en la Revista Gestión Pública en Noviembre de 2013

Hace exactamente un año se publicó el artículo indicando escenarios probables para el bienio 2013 – 2014, el cual tuvo una serie de comentarios altamente favorables y visitas en mi blog. Como consecuencia, en este artículo se revisan los escenarios para el bienio 2014 – 2015 para nuestro país. Al igual que en el año anterior, he considerado para este periodo los factores de Economía, Situación Política, Manejo Fiscal, Descentralización y Educación. Cabe resaltar que este es un análisis para la formulación de una opinión, con la cual uno tiene todo el derecho de estar de acuerdo o no.

 

Lo Económico: Somos un bote salvavidas copado y que avanza lento.

La zona Euro ha consolidado los lineamientos políticos de la recuperación económica para los países en crisis, actualmente o los que se sumen en el futuro: La UE sentencia la ayuda con austeridad económica y cada país deberá resolver la manera en que la sociedad absorbe dicha austeridad. Estos lineamientos proporcionan regulación de expectativas para todos los agentes económicos, en el que el reacomodamiento y la competitividad irán depurando a los actores menos competitivos. Esto implica que las tasas de desempleo pueden mantenerse en sus actuales niveles durante algunos años más.

Si en Europa las expectativas se regularon, en EEUU se han desregulado y ello contagia al resto del planeta. Estados Unidos ha ingresado en un problema de gobernabilidad de dimensiones poco antes vistas. La reforma de Salud, una especie de primera reforma hacia un Estado de Bienestar tiene enfrentados a Gobierno, Empresarios y Congreso. La salud en EEUU es un tema delicado por los flujos de liquidez y por la integración de diferentes sectores como el de servicios de salud, seguros, pensiones, finanzas, farmacéutico, entre otros. Si bien el gobierno cedió ante el empresariado a nivel del rescate de la banca, el empresariado no cede al gobierno en esta tan demandada transformación del sector salud, lo que implica un conflicto estructural. Ello arrastra a un problema mundial en la medida en que la moneda de cambio es la aprobación de la deuda presupuestaria de cada año, la cual generó el paro de servicios gubernamentales.

 

China no ha mostrado señales serias de aumentar su masa de consumidores internos, más allá del borde costero, que podría permitir un aumento del crecimiento del producto interno frente al descenso de la demanda global por productos chinos. Tampoco China es un país de decisiones apresuradas debido a que sus umbrales de tolerancia a crisis económicas y sociales son marcadamente superiores al de los estándares del mundo occidental. Por unos años sin crecimiento, China no realizará grandes cambios estructurales aunque sí de direccionamiento del esfuerzo productivo.

 

Perú tiene una vecindad importante y prestigiosa. Por un lado Brasil se ha consolidado como un socio permanente e importante para Perú. El tamaño de la economía Brasilera es uno de los mayores a nivel mundial y su vínculo con Perú ya es un hecho ineludible. Acelerar el esfuerzo competitivo para los mercados brasileros es un imperativo para las empresas peruanas cuya recompensa serán buenas utilidades y generación de empleo.

 

Por otra parte, la Alianza del Pacífico, tiene un doble efecto para Perú: En primer lugar se encuentra el ingreso de Perú a un bloque económico que es pragmático desde el inicio de sus actividades y que ha permitido establecer una clara diferenciación con las economías del ALBA y del Brasil – Mercosur. Esta situación permite una serie de beneficios comerciales que serán aprovechados en los próximos dos años. En segundo lugar esta alianza es un contrapeso económico, competitivo y político para Brasil y su espectro de influencia. No es casualidad que Brasil haya “enfriado” relaciones con aliados históricos como Chile y México. A pesar de lo anterior, no ha sido el caso de Perú, con quien tiene intereses logísticos y económicos estrechos. De esta manera Perú, con su formidable sistema diplomático y comercial se puede posicionar como el interlocutor e intermediario natural entre la Alianza del Pacífico y el Brasil, lo que acompaña beneficios importantes.  

 

Lo anterior ratifica a Perú en su posicionamiento como un destino atractivo para las inversiones, aunque la capacidad del país para metabolizar tanta inversión se está viendo limitada claramente por ausencia de capital humano calificado tanto a nivel técnico como a nivel profesional. La inmigración de talento es una gran solución de corto plazo y considero que debemos ser abiertos a ésta para respaldar el ingreso de las inversiones.

 

La inversión en infraestructura con Asociaciones Público Privadas son un gancho importante para la inversión y una señal clara para la comunidad internacional. Al igual que en el caso de Chile, la infraestructura en Perú tiene un efecto importante en el crecimiento del PIB a largo plazo. Así mismo, el esfuerzo por incorporar a más ciudadanos al mercado de consumo (que siempre debe ser un mercado de consumo responsable), es una señal importante, estemos de acuerdo o no, de que la inclusión social y económica se aplica mediante mecanismos de mercado y con la menor intervención posible del Estado. Esto se ha visto en las diferentes tensiones entre gobierno y agremiaciones empresariales. Aquellos que son incluidos económica y socialmente hoy, serán en pocos años una clase media importante, siempre y cuando sus patrones de consumo y endeudamiento sean razonables y permitan ahorro y capitalización, elemento que va en contra de los intereses de consumo y endeudamiento de las empresas de retail.

 

La comunidad empresarial cuenta así para los siguientes dos años con una economía estable y con nuevos mercados que se encuentran más cerca y que serán más conectados para compensar la baja en consumo en los países del hemisferio norte. En momentos en que la mayoría de los países no crecen, es imperativo aprovechar estas oportunidades para estar en condiciones de sostener la competitividad.

 

Lo Político: Gobierno sin oposición vs. Gremios (como oposición)

Hay una avería en nuestras instituciones: En consistencia con lo indicado el año pasado, el Congreso ha dejado de ser protagonista de las grandes discusiones de connotación social para pasar a ser un simple espacio de pugna para la futura distribución de poder en las siguientes elecciones. Hasta el momento, nada indica que para las elecciones del 2016 se vaya a quebrar la regla del “segundo hoy, primero mañana”[1], pues la candidata del Fujimorismo ha sido la que menos perjudicada por las comisiones y megacomisiones, junto a una leal intención de voto en torno al 30% la ponen en posición inmejorable para ocupar la casa de Pizarro frente a algún endémico sobreviviente candidato de las comisiones de investigación. 

 

En este escenario, al día de hoy las decisiones del Ejecutivo encuentran oposición directa en los Gremios Empresariales, sumado a una fuerte concentración de medios que determina qué es lo que la ciudadanía puede ver o no puede ver. Esto ha gatillado una inestabilidad política mayor a la necesaria, que se expresa en cambios de gabinete ministerial. Dicha inestabilidad puede amenazar la buena posición económica que tiene Perú. Así, es posible que, una vez más, nuestro desarrollo se vea estancado más por problemas internos que por problemas externos.

Otro efecto de no contar con un congreso con sus funciones tradicionales es que la dinámica Ejecutivo vs. Gremios centralizan las decisiones, restando peso político a los ya débiles gobiernos regionales. Un ejemplo de ello es el caso de Conga, en el que se generó una “disonancia cognitiva” cuando Ipsos publicó la encuesta en que alrededor del 80% de la población de Cajamarca se oponía al proyecto minero. Como se recordará, toda la discusión previa fue entre agentes políticos centrales, el gremio privado y el cuestionable Presidente Regional de Cajamarca de ese momento. En línea con lo indicado en el artículo del año pasado, los gremios se irán posicionando cada vez más en las regiones para influir en los procesos decisionales, pero el esquema de decisión tenderá a ser más centralizado. Cabe mencionar que el MEF continuará con un protagonismo mayor para los siguientes años, recentralizando la decisión en la inversión social que en algún momento el gobierno quiso otorgar al naciente Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, como agente económico para el desarrollo sostenible de programas. Los escándalos del Programa Qali Warma no son gratuitos y forman parte de la dinámica descrita anteriormente.

 

Un actor importante que va a ingresar a escena en los próximos dos años es la ciudadanía a través de las redes sociales. Actualmente una generación de usuarios nativos de Facebook y Twitter es capaz de ejercer una presión tan considerable como al que hace los medios de comunicación y los gremios. Es un espacio de debate y reflexión que se va a sofisticar pero al mismo tiempo se puede banalizar. Un ejemplo claro de las redes sociales fue la decisiva reversión del voto revocatorio contra la Alcaldesa de Lima que era considerado como imposible, o el descontento frente al nombramiento de Martha Chávez como coordinadora de la subcomsión de DDHH que llevó a la desactivación de este órgano. Se va a profundizar la dinámica dentro de este espacio 2.0, sin reglas pero con tendencias, sin naturaleza jurídica pero con demostrada influencia en el curso de la historia del país. Y no sólo va a tener incidencia en el curso del país sino que puede afectar al sector privado, en el que se denuncian malos productos, malas prácticas o tratamiento abusivos. Es probable que juveniles organizaciones civiles se vuelvan usuarios especializados e influyentes de las redes.

 

 

Lo Fiscal: Centralización de las decisiones de gasto e inversión.

Tanto la presión  por la crisis externa, como los aspectos sociales y políticos del país, indican que la lógica dominante va a ser la re-centralización de los procesos decisionales en Lima, especialmente en el Ministerio de Economía y Finanzas. Debido a que el sistema nacional de inversiones va a ser modificado, se aprovechará para fortalecer procesos de análisis central con la mitigación local de las consecuencias de las decisiones. La presencia de un MIDIS más ordenado en los territorios permitirá entregar una combinación eficiente de asistencia social con control de costos, todo ello fertilizando negocios locales que participan en las licitaciones para la producción y/o distribución de bienes. Los sistemas informáticos entregarán mejor información para la toma de decisiones desde el nivel central. Más que una probabilidad, es un deseo que el MIDIS realice las evaluaciones permanentes para monitorear el desarrollo de las condiciones de vida en las diferentes localidades donde interviene. Esto representaría una ganancia enorme de productividad para el Estado.

 

La presión tributaria va a aumentar en los siguientes años, tanto como producto de la modernización de la SUNAT como por la inclusión financiera en el país. Es probable que la base tributaria se amplíe principalmente en la costa y en menor medida en la sierra.

 

Un segundo aspecto en línea con la tendencia económica, es la inversión en infraestructura a escala regional y a escala nacional. Es probable que seamos testigos del inicio de grandes obras públicas y con la participación de las diferentes formas de asociatividad público – privada (APP). A nivel de los distritos, se alcanzarán formas interesantes de asignar la construcción de infraestructura buscando agilizar el proceso de decisiones de inversión a este nivel.

 

Un tercer tema se relaciona con las reservas internacionales, se mantendrán fuera del país para evitar un exceso de capital dentro de una economía que no puede metabolizar todo ese dinero en valor agregado.

 

Lo Educativo: frutos aceptables por el buen clima pero pequeños por las raíces de la planta.

Se mantiene la tendencia indicada durante el año pasado: La educación en Perú definitivamente no va a mejorar. Si bien se requieren estrategias importantes para el desarrollo del sector educación, es importante reconocer que el funcionamiento del MINEDU requiere contar con capacidades reales de gestión para el control de las operaciones de las escuelas y otros centros de formación. En 2014 y 2015, las escuelas públicas continuarán siendo esas kafkianas fábricas de pobreza.

En lo que se refiere a tecnologías aplicadas a la educación, es probable que se presenten algunas iniciativas con impactos bajos, dado que no se puede capitalizar tecnología si es que no se cuentan con capacidades pedagógicas mínimas en docentes.

Aún se espera la explosión en la oferta de formación técnica relacionada con perfiles escasos, impulsado por las buenas remuneraciones ofertadas por las empresas del rubro minero, agroindustrial, turismo y construcción. Será un desafío integrar el esfuerzo del Gobierno con la posición de intermediación que tienen las facultades de ingeniería industrial, agrícola, de minas para facilitar la formación y certificación de cuadros técnicos necesarios. Tendrán que ponerse de acuerdo respecto a cómo repartir el pastel antes que éste se pudra.

 

Conclusión: ¿Hacia dónde mirará la gestión pública?

Como hemos podido ver, el mundo va a ejercer una presión importante para que Perú se ordene. Perú se encuentra alineado y acomodado respecto al contexto global. El cambio indicado en la estructura política se está produciendo, pues los grupos empresariales entrarán a una fase de mayor protagonismo en las decisiones clave para el país. No obstante, el sector privado no madurará a la misma velocidad que las redes sociales y la emergente supervigilancia ciudadana. Tampoco es que se cuente con grupos empresariales que estén pensando la educación y la formación técnica como temas de agenda para el mediano y largo plazo, mucho menos en esquemas más ingeniosos para resolver los problemas sociales y humanos del país. En estos dos años se verá que la responsabilidad social no es una actividad tangencial ni una actividad eficaz para resolver los desafíos de las regiones.

Los gobiernos regionales continuarán perdiendo, el rol de antagonista del gobierno y se centralizarán muchas decisiones relacionadas con la asignación de recursos por medio del Presupuesto por Resultados y el acompañamiento de los privados en las actividades locales.

 

Estos escenarios van a exigir mucho desarrollo de modelos de asociatividad público – privada en diferentes sectores que van desde la infraestructura hasta la educación. Emergerán nuevos modelos de fiscalización de privados que buscarán agilizar las transacciones y que probablemente entrarán en una tensión inicial con la Contraloría General de la República.

En  cuanto a dotación, es probable que se incremente en el sector público, especialmente a nivel de profesionales para sostener una nueva centralización. El nuevo régimen que reemplaza al CAS prácticamente hará que los trabajadores sean asimilados rápida y permanentemente al Estado. La forma en que cada organización asimile a sus nuevos cuadros determinará el “ángulo de elevación” que tendrán en los siguientes años.

Las reglas del juego que involucra a todos los ministerios, dependerá de la forma en que el MIDIS desarrolle sus capacidades de control y gestión en la ejecución de políticas públicas. La idea de un MIDIS como agente social del MEF va a ser siempre bienvenida y la forma en que se vincule con otros ministerios y gobiernos regionales, puede marcar una nueva y mejor etapa de gestión pública y de alto valor público.

Será también un año interesante para la inversión en tecnología, especialmente en lo que es gestión documental, así mismo, los siguientes dos años pueden ser el contexto adecuado para impulsar la firma electrónica digital. Además, a nivel de servicios se espera que aumente el desarrollo del “Ciudadano Digital”: Dinero electrónico, mayor penetración del estado en las redes sociales, mayor cantidad de trámites por internet, etc.

 

El narcoterrorismo es la gran incógnita que aún considero no puede ser respondida, pues tiene un efecto sistémico importante y existen posturas diferentes respecto a quiénes y cómo debe ser enfrentado este problema, un problema que amerita un artículo especializado.

 

[1]Es la tendencia observada desde el año 2001, en que el candidato perdedor en una elección presidencial es el ganador en la elección presidencial siguiente.

PISAndo Mal

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La prueba PISA describe, sin mucha discusión de por medio, a quienes empujarán el país dentro de 15 años. (Dibujo de Pawel Kuczynski)

Tocamos fondo, simplemente eso. No podemos tapar el sol con un dedo, ni con el dedo oficialista que indica que somos últimos porque otros países se han retirado de las mediciones, o que somos el que más ha crecido dentro de una década. Menos con el dedo de la oposición que echa culpa al gobierno actual por una anemia de capital humano que existe desde hace dos siglos. Ni tampoco con el dedo del relativismo en el que la prueba PISA es un juego que no representa ni predice el éxito de los actuales niños y adolescentes que las llenan. 

En este ranking, en la carrera de los países desarrollados, somos últimos, al igual que en el fútbol…últimos y sin discusión. En este ranking se puede ver también que China (o la porción de ese país que mide la OECD) no va a crecer en el futuro por mano de obra barata, sino que está acumulando un sorprendente y enorme capital humano que mirará bajo la cintura a países como Estados Unidos, Alemania o el mismo Japón.

¿Debemos avergonzarnos? Por supuesto que sí. ¿Debemos hacer algo? Sin duda. ¿Qué podemos hacer? Cualquier cosa.

Sí, cualquier cosa porque ya no tenemos nada que perder (ni ocultar). En primer lugar debemos preguntarnos para qué invertimos en la educación tradicional, especialmente cuál es la promesa pública de la educación para un niño que ingresa al sistema escolar. Es más honorable y sano en este momento sincerar las competencias que estamos en capacidad de desarrollar como Estado a aspirar en calcar una currícula teórica que cumple con todas las formas pero que ni el Estado ni el sector privado es capaz de cumplir por carencias estructurales y que sólo representa una pérdida de tiempo para el niño, sus padres y para el país.

En la Alemania de la postguerra simplemente se regularon las expectativas a la especialización técnica. No había tiempo que perder. Los niños de la postguerra pasaron por un sistema escolar que les permitió llevar carreras técnicas cortas pero altamente especializadas, las mismas que cimentaron un capital humano clave para levantar un país literalmente en ruinas. Los países que crecieron desde la miseria empezaron con promesas simples y luego fueron aumentando sus ambiciones. Ocurrió en Japón a fines del siglo XIX, después de la segunda guerra mundial, en Corea, en Singapur. De hecho, es en este contexto que surge el concepto de competencias y la tecnología pedagógica aplicada bajo este enfoque.

En segundo lugar se requiere gobierno sobre los mecanismos de educación. Si en algo hay que estar dispuestos sacrificar diálogo y ponerse duro es a nivel de la cadena de valor de educación. El mecanismo clave considero que se encuentra en la certificación: Los profesores se certifican permanentemente o se van. Mantener mediocridad docente es multiplicar la mediocridad, la desesperanza y la pobreza en nuestro país. Si los profesores no se ajustan a los valores democráticos, empleando las instituciones de la educación para fines políticos y subversivos, también se van porque no podemos sembrar odio y antivalores desde el aula. Es mejor tener 500 profesores aceptables a 50,000 profesores mediocres, ya sea en el sector público o en el privado. Tampoco se trata de meter profesionales sin dominio pedagógico, pues ellos tampoco debieran certificarse como tales a lo largo del proceso. Si los profesores que enseñan son nacionales o extranjeros, da lo mismo. Lo importante es sembrar la riqueza nacional del futuro y no rifarla a mediocres intereses en el presente.

En tercer lugar, a los profesores competentes, se les debe otorgar las mejores condiciones de reconocimiento monetario y no monetario. No conozco países líderes en educación en el que el profesor sea mano de obra barata y anónima. Los profesores forman parte importante del desarrollo científico y social en sus comunidades.

En cuarto lugar, abrir los diferentes canales de educación. Si bien los tres pasos anteriores tienen que realizarse, para los intereses del país y de todas las personas que actualmente están en etapa escolar, es mejor certificarse en una prueba de salida que acredite las competencias que comprometa el Estado a tener un único establo que dura 12 años. La certificación también puede aplicar para las carreras técnicas. Si uno es aprendiz, o estuvo en SENATI o en las fuerzas armadas pero se certifica como soldador de arco para minería, simplemente se certifica y pasa a formar parte de la oferta laboral. No es posible que tengamos un país con desempleo, al mismo tiempo que hay sectores que no pueden extender más sus inversiones por escasez de personal técnico.

Tenemos que prometer a nuestros niños en edad escolar un futuro. Actualmente sólo estamos ofreciendo, después de 12 años de sistema escolar, incertidumbre.

EVOLUCIONAR DE PRODUCTO A BIEN PÚBLICO: UN ENFOQUE ECONÓMICO INSTITUCIONAL

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Lejos de creer que los países desarrollados lo son porque producen y tienen muchas cosas, soy de la idea de que éstos se diferencian por la cantidad de bienes públicos que son capaces de gestionar.

 

Publicado en la Revista Gestión Pública y Desarrollo, Julio de 2013

Vivimos en una época de grandes cambios, de cambios silenciosos pero profundos, que nos ponen nuevamente en el límite del análisis, donde lo racional se descuadra de la realidad y lo real pareciera no tener sentido lógico. 

Especialmente en el caso de las economías de los países desarrollados, hemos sido testigos de que, lejos de la tesis que el mercado resuelve todo, los ciudadanos se han visto capturados en un sistema de vida que les cuesta mucho y además,  cuando éste falla, son los mismos ciudadanos los responsables de hacer las reparaciones.

¿En qué momento se dio origen a este problema? ¿Cómo puede ser que las personas de estos tiempos, más prolíficos intelectualmente respecto a otra generación o especie que haya habitado la tierra, nos encontremos en un jaque económico y ecológico? ¿Lo que pagamos como sociedad corresponde a una falla técnica o a una falla ética?

Quisiera aportar en este artículo una hipótesis, que exige regresar a las bases de lo que entendemos por Bien Público y Bien Privado. Creo que con el tiempo se han generado errores de interpretación con sus consecuentes estigmatizaciones. El concepto de Bien Público ha perdido su sentido económico y político. Aquí un recordatorio de la definición de Bien Público.

Un Bien Público puro es un beneficio (tangible o intangible) al que todos pueden acceder y donde no hay rivalidad en el consumo[1]. Un Bien Público puro es difícil de ver en el cotidiano porque ambas condiciones de la definición desafían la realidad de los recursos escasos. Prefiero hablar, a efectos de dar un uso práctico, de Bien Público Condicionado, donde si un ciudadano cumple con una condición determinada es capaz de experimentar el beneficio de un Bien Público como si fuera puro.

Por otra parte, un bien privado, más allá de no ser un Bien Público, implica una situación penosa. Lo es porque la producción del bien privado implica que sus productores, con recursos limitados, deben decidir cómo excluir del acceso a dicho bien a cierto grupo de personas, con el consecuente efecto para la sociedad que tendrá en varios niveles.

En primer lugar, la sociedad se segmenta bajo un criterio de exclusión respecto al acceso al bien privado. Dicho de otra manera, se busca un patrón en aquellas personas de las cuales se decide que no deberán acceder al bien. Generalmente se emplea el poder adquisitivo. Hoy en día, los estudios de mercado y las decisiones del gobierno, emplean el criterio respecto a si la persona tiene o no acceso a un bien privado, lo que contribuye aún más a la segmentación.

En segundo lugar, el no consumo del bien privado genera diferencias en el desarrollo de largo plazo de las personas y de su descendencia respecto a aquellos que sí tuvieron acceso al bien privado o acceso en una etapa previa. Con el tiempo será cada vez más costoso y, en consecuencia, menos probable que las personas inicialmente privadas del bien puedan obtener el mismo efecto de desarrollo si se accede al bien privado con posterioridad. Por ejemplo, el efecto sobre la salud de una buena nutrición es mayor para aquella persona que adoptó las prácticas correctas desde recién nacido frente a aquella persona que recién las adopta a los 45 años. Lo mismo se puede inferir para el caso de la educación, desarrollo de la comprensión lectora, acceso a medicamentos, entre otros. La falta de acceso a bienes privados, son en consecuencia una situación que no sólo afecta a personas del presente, sino que reducirá las posibilidades de sus descendientes.

Así, creer que los bienes privados pueden sustituir las condiciones del Bien Público es mantener un sistema de ganadores y perdedores que no avanza a ningún lado en términos de desarrollo. Aún cuando uno observa un aumento en las condiciones de vida no se alcanza necesariamente una condición de Bien Público. Esto es lo que se ve en países emergentes cercanos como Chile o Brasil, donde a pesar de haber aumentado los estándares de vida y consumo, no se ha incrementado la cantidad y calidad de bienes públicos. Recuerde que Bien Público no son sólo cosas o servicios, el Bien Público es un beneficio al que todos pueden acceder y no hay rivalidad en el consumo.

El Bien Público no es Monopolio del Estado.

Si a estas alturas del artículo, usted cree que soy una persona de izquierda, ávida por nacionalizar y estatizar todo, siéntese bien en su silla o respaldo de cama por lo que va a leer a continuación: Un Bien Público no es exclusivamente producido por el Estado, también es producido por privados.

Muchas personas creen que un Bien Público es algo producido solo por  una organización del Estado y presumiblemente por los políticos de turno. Algo que echa a tierra esta creencia es Gmail. Este servicio de Google tiene las características de un Bien Público condicionado, no hay persona frente a un computador con conexión a internet a quien se le impida obtener una cuenta de Gmail, acceso al Google drive, o más aún a las herramientas similares a Microsoft Office que ofrece Google. Así mismo, dos personas usando el servicio de Gmail no impiden a un tercero utilizar el servicio a la vez. Estas son características de un Bien Público.

Pero Google no tiene nada de empresa estatal: Tiene dueños millonarios, cotiza en bolsa, cobra mucho dinero, etc. No obstante, el servicio que brinda tiene costos que son traspasados a actores que son diferentes al usuario, quien no percibe costo alguno. Incluso, el proyecto Loon[2] que consiste de trabajar con globos transmisores de señal de internet y que llegan al límite con el espacio exterior,  para conectar a personas en zonas rurales o alejadas de cobertura,  apunta a que Google continúe en la línea de generar servicios, bajo un modelo de negocio que claramente tiene fines de lucro pero basados en producir bienes públicos.

Un Bien Público tampoco es consecuencia del libre mercado

Ahora debe creer que soy un abanderado del neoliberalismo que quiere que todo lo resuelva el mercado. Pues adivine qué: no es posible alcanzar un Bien Público por medio del libre mercado.

Las tesis de los economistas neoliberales de los ochentas han influido enormemente en una retirada del Estado de las actividades productivas y de servicios bajo el argumento que el ciudadano como usuario sabe elegir aquello que le conviene. Junto con ello la visión neoliberal implica que competencia entre empresas presionarán que los precios ofertados coincidan con las diferentes disposiciones de pago de los usuarios, llegando a tener lo que se denomina en economía como un mercado eficiente: todos tienen posibilidad de acceder a un bien X con diferentes características de acuerdo al precio que tienen y los proveedores privados se adaptarán mejor que el Estado para brindar dichos bienes. Esto se parece a un Bien Público pero no lo es y todas las decisiones de política pública que resuelven la necesidad de brindar un Bien Público a través de la eficiencia del mercado logran algo que mejora el bienestar, de forma poco sostenible y para nada contribuye al desarrollo. Esto se da especialmente en el caso de los subsidios y la idea de crear cuasi mercados públicos – privados para hacer llegar un Bien Público.

Este es el caso de la educación escolar en Chile, que con su modelo de colegios particulares subvencionados, ha generado un flujo mucho mayor de alumnos y dinero pero se encuentra muy lejos de consolidar un Bien Público en el que cualquier estudiante tenga acceso a un nivel mínimo de aprendizaje cuando egresa. Un caso de política pública de largo plazo que no condujo a un Bien Público y que tiene externalidades negativas que aún no se terminan de comprender totalmente.

En la situación más neoliberal, vale decir, donde el estado no participa podemos advertir mayores argumentos que evidencian este segundo error: Desde una perspectiva estructural (si tomamos una radiografía del mercado), la tesis del libre mercado como vía para alcanzar bienes públicos es cierta en muchos casos pero desde una perspectiva dinámica, si damos seguimiento a lo largo del tiempo, veremos que los mercados eficientes se vuelven carteles coludidos, especialmente en el caso de los bienes inelásticos… y justamente los bienes inelásticos tienden a ser aquellos que se asocian más con problemas públicos: Medicinas, Salud, Educación, Seguridad.  Cuando se ve a lo largo del tiempo que las empresas van saliendo del mercado y la manera en que aquellas que permanecen logran igualar su estructura de costos, se ingresa por un camino complicado y equivocado llamado colusión. Esto se ha visto en varias industrias, por ejemplo en las fusiones y adquisiciones de empresas de los 80’s, o en el caso de las cadenas de farmacias en Chile durante la década pasada o en el caso del rescate de los bancos en quiebra en Estados Unidos y Europa.

Creer que un bien público se reduce a un producto es aumentar populismo.

Aquí es donde debe detenerse, para leer algo que es importante. Un Bien Público se consigue a través de diversos productos y servicios, ya sean públicos o privados, pero un Bien Público no puede ser reducido solamente a un producto y servicio.

Quienes cometen este error suelen tomar decisiones que refuerzan el patrón de comportamiento populista de un gobierno, lo que implica un encarecimiento del presupuesto para proyectos sociales y obteniendo un retorno bajo en cuanto a gobernabilidad. La adicción numero 1 de una sociedad es el populismo pues hasta los países más desarrollados caen de rodillas ante un ciclo populista. Repartir raciones de alimentos a todos los niños del Perú no reemplaza el Bien Público en el que todo niño peruano tiene asegurada una nutrición con un estándar de calidad después de los 36 meses de nacido. Lo único que se asegura dando productos como bienes públicos es que el gobernante de turno gozará de mayor popularidad y posiblemente será reelegido.

Es así, entonces que el populismo surge generalmente en un inocente ejercicio de análisis por un Bien Público. La comprensión para el diseño de un Bien Público requiere de capacidades de análisis sistémico y económico, a efectos de generar condiciones de acceso universal a un estándar mínimo de beneficios.  Por ello es importante poder comprender a los diferentes actores políticos y económicos, públicos y privados en el contexto de un problema público. En el caso contrario se logrará resolver parcialmente los problemas con bienes y servicios, haciendo que el sistema de soluciones quede como un sistema cerrado que termina por contribuir poco a la solución de los problemas. Un ejemplo puede ser la obsesión del gas a 12 soles cuando el problema es identificar el sistema de acciones sustentable para que todos los peruanos puedan tener acceso razonable al gas.

Por ejemplo, contar con un sistema financiero competitivo y transparente al que todos pueden acceder es un Bien Público. Ello no implica tener un banco estatal o controlar los directorios de los bancos, ni mucho menos tener instrumentos financieros estatales para la población. En este caso basta tener condiciones de regulación y supervisión para contar con una banca de primer nivel, aspecto que es envidiado por otros países en este momento.

Conclusión: Bien privado como transición para un Bien Público, sin que sea necesariamente estatal.

Es importante comprender que el Bien Público es una instancia final, porque nadie quiere renunciar a dicho bien, ni tampoco hay motivos para que el proveedor del bien, ya sea público o privado,  lo deje de hacer. El bien privado es una instancia de transición porque busca resolver la forma de brindar un alcance universal por medio de la gestión de recursos que son escasos en un momento.

Por otra parte, el Bien Público es más un diseño económico institucional que un producto concreto. En el caso de Google y el Gmail se trata de un modelo de negocio, que es finalmente un diseño económico institucional. En el caso del Sistema Financiero Peruano se trata de un buen sistema de regulación, supervisión y educación financiera en el que participan actores públicos y privados. El estadista que hace política pública debe tener en mente este enfoque si aspira a desarrollo. El populista que entrega bienes y servicios de forma gratuita apunta hacia el estancamiento crónico.

Finalmente soy de la opinión de que un país tiene mayor desarrollo económico y social cuando cuenta con más bienes públicos y no cuando tiene “muchas cosas”. Desde el fracaso soviético pasando por la crisis financiera de 2008 y las protestas en Chile y Brasil, todos comparten casos en que el Estado entregó productos y servicios en vez de un Bien Público. El mal entendimiento de lo que es Bien Público ha ocasionado muchas colisiones de proyectos políticos, cuando es un problema técnico. Saber esto ahora y persistir en lo mismo ya es un tema ético.


[1] Esta definición es una simplificación de la escrita por Stiglitz donde “Un Bien Público puro es un Bien Público en el que los costes marginales de suministrarlo a una persona más son estrictamente cero y en el que es imposible impedir que la gente reciba el bien. Para mayor detalle ver Stiglitz, Joseph, La economía del sector público, 3a ed. Antoni Bosch Editor. 2003.

[2] Para mayor información ver http://www.google.com/intl/es-419/loon/

El Aura Chacra o los Gallinazos de la Revocatoria

gallinazos

Volando bajo,
viviendo entre la basura,
ilusionados con tan sólo carroña,
los gallinazos de chacra
que solo miran hacia abajo,
rezan que ella caiga,
que la Voten al desperdicio.

El día domingo 17, a todo limeño mayor de edad, le tocará reflexionar respecto a su voto en la revocatoria.
Susana Villarán es una persona que me agrada poco. Es víctima de su astucia política, donde su estrategia electoral delimitó el tamaño del patíbulo en el que está ahora no sólo ella, sino toda la ciudad de Lima.

De hecho, creo que Susana Villarán es una persona con bajas capacidades de comunicación y con una imagen poco clara: una izquierda que mezcla un profesionalismo de ONG ochentera con raíces aristocráticas y de servicio público tanto por el lado Villarán como por el lado De la Puente. Es como ver a un personaje tipo Mafalda consumida por esteroides y el libre mercado.

Definitivamente no vote por Susana y no votaría por ella.

Pero sí hay algo importante que debo reconocer: a pesar de lo mala que pueda ser su imagen y la de su gestión, hay un cáncer que ella y sus colaboradores han decidido extirpar y es el aura chacra que rodea a Lima desde que fue bendecida por primera vez por un cura…vale decir, desde su fundación.

Pero ¿qué es chacra? Es aquello en que una persona hace algo si considerar el más mínimo respeto o hacia alguien, incluyendo a uno mismo. Es el puro beneficio de corto plazo por el beneficio. Lo chacra no tiene alma, no tiene preocupación por el prójimo y, en consecuencia, no tiene ética. Algo puede ser muy malo, un servicio de mala calidad, incluso una gestión municipal pero todo ello es sustancialmente diferente a algo chacra. Es algo que uno lo ve y lo siente.

Las humillaciones de Ferrando a sus concursantes a cambio de la inmutable cocina Surge, los chistes racistas en risas y salsa en los 80’s y prolongada por una estirpe de cómicos posteriores, el metabolismo de chisme a rating patentado por Magaly TV y  los gritos y golpes de los «invitados» de Laura Bozzo, los titulares de los diarios chicha de los 90s, entre otros son ejemplos precisos de lo chacra, pues reduce la importancia del respeto y de auto respeto.

Lo peor de todo esto es que esos contenidos se han apoderado de nuestros pensamientos y posteriormente, de nuestras acciones: Dejar en 1881 a los defensores de lima con rifles estadounidenses y municiones alemanas, subir cañones al cerro san cristóbal, hacer el pan popular, dejar que toneladas de carne se pudran en un barco en el Callao, levantar un tren inconcluso, dejar zonas de la ciudad sin acceso a agua potable, tomar la decisión de regalar vitaliciamente una selección nacional por 6 – 0, robar cable, comer oro, comer pollo, etc…todo evidencia que nosotros también, ciudadanos de Lima tenemos un cromosoma chacra y lo volcamos en la forma en que vivimos nuestra ciudad.

Es por lo anterior que, en una ciudad que ha sido durante más de cuatro siglos chacra con sus habitantes y doblemente chacra con sus inmigrantes, es inédito lo realizado por esta gestión municipal en La Parada, patrimonio de lo chacra y lugar que que poco dignifica al esfuerzo de generaciones de migrantes y más bien refleja nítidamente las cuotas de mafia.
El desalojo de La Parada adoleció por ser amateur desde el punto de vista técnico y de mitigadores pero sí me quedo con la convicción de terminar con una chacra de nadie, que se ha llevado muchas más vidas en sus cerca de 60 años de existencia a través del delito y los vicios en el que ningún alcalde tuvo la hombría de enfrentar y en el que algunos de ellos se tornaron cómplices. Este mismo análisis de pantalones aplica a la reforma de transporte emprendida por la actual administración.

Creo que lo bueno de todo esto, es que las acciones de la actual gestión han hecho que todo lo chacra se aglutine (porque no tiene la capacidad de unificarse)en un frente amplio llamado Revocatoria, que apela a lo chacra de cada uno de nosotros. Lo chacra en la forma en la que se gestó, lo chacra en cómo se hicieron las colectas de firmas, lo chacra de los calificativos lo chacra de las alianzas políticas que armaron, incluso lo chacra de la forma en que hicieron la cédula de votación…No estamos frente a un problema de ideología, de piel, de dinero o de sangre; estamos frente a un problema de responsabilidad con nosotros mismos: Si nos apartarnos o no como ciudadanos de lo chacra, que puede ser hasta  morbosamente chistoso verlo pero que no dará tanta risa cuando empiezas a darte cuente que has vivido siempre en la basura y mirando hacia abajo, pudiendo haber tenido una vida más digna.

Lima NO será chacra.

 

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